El tacto es uno de los sentidos más desarrollados y a través del cual podemos transmitir todo tipo de sensaciones, sobre todo placenteras. Tenemos la capacidad de comunicar miles de emociones utilizando tan solo nuestras manos o diferentes tipos de gestos que permanecen a día de hoy en nuestra sociedad. No obstante, es primordial tener en cuenta que estos gestos varían según la cultura y continente donde te encuentres.
En el caso de los masajes, tanto si son eróticos o no, podemos coincidir que el mensaje o el objetivo de los masajes está creado para curar no solo a nivel físico, sino también a nivel psicológico y hasta espiritual.
El masaje erótico, además de sus múltiples propiedades curativas, también está basado en gran parte en la carga sensual que es eficaz a la hora de proporcionar placer y satisfacción a los receptores.
Se puede decir que los primeros masajes de los que se tiene fecha se remontan a 2700 a.C en la china donde se recopilaron todas las técnicas de masaje en un libro. Este libro incluía incluso otras prácticas como la acupuntura. Todas estas técnicas de masaje estaban restringidas al uso de los plebeyos y estaban dirigidas específicamente a los cuidados del emperador.
Según datos recopilados, unos 200 años más tarde, en Egipto se descubrió que los pies estaban conectados a diferentes órganos y partes del cuerpo y de esta manera nació la reflexología.
Aproximadamente mil años después, en la India, surgió la medicina ayurvédica, que mantiene el cuerpo, la mente y el espíritu están conectados entre sí y, por lo tanto, cuando uno de los tres está desequilibrado, desestabiliza al resto. En la India se acercan mucho más al concepto de “masaje erótico”, ya que sus prácticas sagradas también están estrechamente relacionadas con la sexualidad. A partir de la aparición de la medicina ayurvédica, nace el libro del Kama Sutra, que define el sexo como una “unión divina” y no como algo que se deba practicar de manera frívola.
El ser humano está en búsqueda continua del placer y la satisfacción. Desde hace milenios, el ser humano ha reconocido que las caricias son una de las claves para satisfacer nuestras necesidades psicológicas, sociales y biológicas.
Esta búsqueda nos permite explorar nuestros cuerpos y nuestra mente que, además, ayuda a conseguir una conexión más profunda tanto con uno mismo como con los demás.
El sentido del tacto está estrechamente relacionado con las caricias, que son la base de un masaje erótico satisfactorio. Según los textos del tantra, provenientes de la India, el placer sexual y el equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu están conectados entre sí, ya que el acto sexual se considera una práctica sagrada. El tantra es una herramienta perfecta para alcanzar el crecimiento personal.
Por lo tanto, gracias a estos textos, las caricias han evolucionado en masajes para proporcionar tanto el bienestar físico como mental. Se le añadió el cariz erótico, que es de gran ayuda para conseguir una satisfacción completa activando la energía sexual.